Capítulo 105

Cuando salí de la ducha con mi glorioso camisón de Hello Kitty (rosa, ridículo y juzgándome con cada movimiento), el aroma a pato asado, ajo y sésamo me golpeó tan fuerte que momentáneamente olvidé mi crisis existencial.

—¿Eso es...? —parpadeé— ¿Comida?

Sean, ahora completamente vestido con una ca...

Inicia sesión y continúa leyendo