Capítulo 110

Ella sonrió. —Aún así. Las joyas te quedan bien.

Yo gemí y me dejé caer dramáticamente sobre mi teclado.

Un día estoy esquivando Ferraris, al siguiente estoy esquivando coqueteos envueltos en diamantes.

Lo juro, si este hombre me envía pendientes la próxima vez, lo reportaré a Recursos Humanos.

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