Capítulo 195

Se quedó helada. —¿Cómo qué?

Me incliné hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas, con los ojos fijos en los suyos. —Me mantienes a distancia. Cada vez que pienso que estamos cerca de... algo, te alejas. Actúas como si no te importara. Pero te veo mirándome, Aya. No estoy ciego.

Su respir...

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