Capítulo 31

Al mediodía, estaba en la oficina. No podría decirte cuántas tazas de café más consumí. El barista me miraba como si fuera un peligro andante para los granos de espresso. Mi correo electrónico tenía mensajes sin leer que ignoré. Mi cerebro estaba repitiendo una obra de teatro de un acto titulada: Ar...

Inicia sesión y continúa leyendo