Capítulo 88

Él siguió hablando.

Me levanté. Caminé hacia la impresora.

Él seguía mirando.

Me agaché para coger papel.

Parpadeó lentamente. Sorbió su café como un villano a punto de arruinar toda mi línea de sangre.

Luego salió y dejó un sobre manila sellado en mi escritorio.

—Confidencial —dijo.

—¿Me dan un tra...

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