42. Solo un poco de sabor

Ella se movió contra él, sus propias manos recorriendo su piel. Él era tan joven y viril... tan vivo. Podía sentir la lujuria emanando de él en oleadas, como el calor del fuego. Subió su boca hasta su hombro, besando los músculos firmes allí. Sus labios se deslizaron sobre un corte y su lengua probó...

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