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Andrew fue obediente, cumpliendo al sentarse en el asiento del pasajero. Después de abrocharse el cinturón de seguridad, preguntó con una leve sonrisa:

—¿No vienes a casa conmigo?

—Me quedo en la casa de la familia Harris esta noche. Mañana estaré contigo, pórtate bien —dijo Isabella, girando el v...

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