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Él la dejó morder, sin mostrar intención de evadir, con una leve y indulgente sonrisa en los labios. Pacientemente esperó a que ella soltara su agarre.

Una brillante flor de ciruelo roja adornaba la camisa blanca como la nieve en su hombro. Andrew la miró casualmente, sus profundos ojos carentes de...

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