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Emrys la miró llorando como una persona desconsolada y suspiró con impotencia. Finalmente recordó por qué había perdido la concentración cuando vio los ojos de Isabella ayer. Era porque los ojos de Isabella eran tan puros y claros como los de Chloe.

—Está bien. ¿No te he escuchado siempre? Dijiste ...

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