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—Tú, tú... —El rostro de Elowen se puso blanco y sus labios temblaron, incapaz de hablar. Sabía muy bien que una vez que este asunto se expusiera, estaría completamente deshonrada.

Isabella entrecerró ligeramente sus hermosos ojos y llamó a un camarero, pidiendo otra taza de café.

Bebiendo el café...

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