245

—Gina, pórtate bien —Thomas medio abrazó a la niña, mirando a la mujer con confusión, y preguntó de nuevo—: ¿Cómo llegaste aquí?

—¿No enviaste a alguien a recogernos? —respondió la mujer, igualmente desconcertada.

—¿Qué está pasando aquí? —Thomas miró al conductor silencioso que estaba de pie en l...

Inicia sesión y continúa leyendo