Parte de la verdad

Las olas del océano golpean la orilla más fuerte de lo normal. Nubes oscuras, más gruesas que el gris nebuloso habitual que siempre persiste aquí, se acercan, pintando el cielo como un moretón fresco. Los pocos árboles que salpican el acantilado se doblan y se agitan con la brisa pulsante.

Cuando m...

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