Un favor - Parte I

Alcee entró en la oficina de Torq y lo vio recostado en su asiento, relajado y sin preocupaciones.

—¿Me llamaste para que subiera?

—Sí —dijo, dándole una palmada a su rodilla—. Ven, siéntate.

—Si esto va a ser sobre Mercurio y mi madre... —dejó la frase inconclusa al ver que él fruncía el ceño co...

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