Visto, no escuchado - Parte II

Cuando Antero estaba de pie junto a su silla, Torq le sonrió.

—¿Puedo levantarte y ponerte en mi regazo?

Antero asintió y extendió los brazos para que Torq lo levantara y lo pusiera en su regazo.

—Lamento no haberme tomado el tiempo para mirar tu dibujo. Estaba tan ocupado asegurándome de que nue...

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