Deberes del consigliere - Parte I

Torq levantó la vista sorprendido cuando, después de un solo golpe en la puerta, Bastiano entró en la habitación.

Tito gruñó.

—Dime que no lo trajiste de vuelta aquí. Alcee le cortaría el cuello.

—No. —Bastiano se movió para estirarse en el sofá—. Necesito un lugar para dormir ya que mi nuevo con...

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