Charla contundente - Parte I

Ella miró a Torq con los ojos bien abiertos, sabiendo que probablemente había más blanco que marrón en ellos, como si sus párpados la hicieran parecer un personaje de caricatura exagerado.

Él se rió de su sorpresa.

—¿No me crees? ¿Quieres tocar?

—Ni en lo más mínimo.

—Mentirosa.

—No lo soy.

—S...

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