Grizzly - Parte II

—Claro que sí puedes—. Él dejó que sus dedos desabrocharan su cinturón y emitió un fuerte gemido de aprobación cuando ella se arrodilló frente a él y lo miró. Sus grandes ojos brillaban intensamente y con hambre mientras él bajaba la mano para acariciar el borde de su mandíbula—. Demasiadas noches s...

Inicia sesión y continúa leyendo