Hot - Parte II

—Voy a venirme, Torq. Es demasiado rápido.

—No lo suficiente.

Sus gemidos se hicieron más fuertes a medida que sus embestidas se volvían más frenéticas.

—Vamos, nena, ven en mi polla. Haz que el resto del día no pueda dejar de pensar en cómo te corriste sobre ella.

El desvergonzado se atrevió a ...

Inicia sesión y continúa leyendo