Mascota - Parte II

Sus palabras no deberían haberle hecho querer reír, pero lo hicieron, así que mantuvo la cabeza baja, agarró sus bolsas y las llevó al dormitorio principal. Comenzó a cambiarse de la ropa de trabajo a algo más cómodo.

Había traído un perro a casa. Un perro gigante. Uno que iba a cuadruplicar su tam...

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