Caseta de perro - Parte I

—Hola.

Alcee miró a Torq mientras se recostaba contra las almohadas con un libro en la mano, una taza de té de manzanilla para calmar sus nervios y una barra de chocolate a su lado.

—¿Aún no me hablas?

—Te comiste mi última rebanada de pizza.

—Hoy no doy una, ¿verdad?

—Ni de cerca —bufó ella.

...

Inicia sesión y continúa leyendo