Capítulo 29 Su leyenda

Sebastián

Esperaba que ella se quedara atónita o confundida por la pregunta, pero no fue así. Parecía estar bien preparada para lo que fuera que yo le fuera a decir, o para ser más exacto, lo anhelaba.

—Sí, señor Drakos—. Asintió con gravedad, mirándome a través de sus tranquilos ojos violetas...

Inicia sesión y continúa leyendo