Capítulo 118

La luz de la luna proyectaba sombras plateadas en mis aposentos mientras me situaba frente a mi espejo ornamentado, ajustando los pliegues de mi oscura túnica con capucha. La imagen perfecta de Lady Morgana, la viuda afligida de un comandante deshonrado. Qué maravillosamente ingenuos eran estos homb...

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