Capítulo 141

Presioné mi oído contra la puerta, mi pequeña mano aferrada firmemente a la de Pax. El suelo de piedra estaba frío contra mis rodillas, pero no me atrevía a moverme. Cada palabra que venía desde la habitación de la tía Adelaide parecía resonar en mi pecho.

—¡Escucha! ¡Se van a Silverhowl! ¡Van a bu...

Inicia sesión y continúa leyendo