Capítulo 147

Las cadenas de plata mordían mis muñecas, cada eslabón inscrito con runas quemando mi carne. Había perdido la cuenta de cuántos días llevaba colgado en esta maldita celda bajo la Fortaleza de Lycandor. La marca negra en mi pecho, el regalo de Morgana, pulsaba con energía malévola, drenando mi fuerza...

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