Capítulo 37

Adelaide

La Esencia Lunar quemaba en mis venas como fuego líquido, cada latido de mi corazón la esparcía más profundamente en mi carne. Me retorcía en el frío suelo de piedra, mi espalda arqueándose mientras olas de agonía me golpeaban sin cesar. El dolor era más allá de cualquier cosa que hubiera ...

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