Capítulo 52

La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, lanzando rayos dorados sobre mi rostro mientras abría los ojos lentamente. Como su recién nombrada asistente personal, hoy marcaría el comienzo de mi servicio para él—una posición que era tanto un honor como una forma de dulce t...

Inicia sesión y continúa leyendo