Un frío recibimiento

El aire en el despacho del notario se sentía pesado, incómodo. Alejandro estaba de pie, inmóvil, con la mirada aún clavada en la pantalla. El notario, por si aquella grabación no era lo suficientemente clara, había terminado de leer el testamento.

"… y, en consecuencia, nombro heredera universal de...

Inicia sesión y continúa leyendo