Camila Ortega

—¡Oh! —jadeó Lihua, mirándolo boquiabierta, fingiendo un mareo— ¡Mi héroe! ¡Me ha salvado!

Alejandro la sostuvo un segundo más de lo necesario, observando discretamente la reacción de Camila.

—Tenga más cuidado —dijo, irritado, y la enderezó, soltándola en cuanto se paró correctamente.

Camila ...

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