La cacería

Camila entró en su habitación, sentía que el pecho le iba a estallar de coraje, Sergio era un maldito, con su comportamiento de amante celoso, como si no tuviera suficiente con aguantar a un Montenegro, que ahora le tocaba aguantar a ese.

Alejandro no era mejor que Sergio, siempre dudando, siempre ...

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