Teatro descubierto

Alejandro volteó y se quedó mirando a la puerta por la que ella había salido, podía imaginarla apoyada en la pared del pasillo, herida, llorando por su culpa.

La había corrido, como si ella fuera una puta a la que quería deshacerse después de usarla.

Pero no era una puta. Era...

¿Qué era?

Ya no ...

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