Agrandar la familia

Camila estaba en su oficina, tratando de calmarse, de pronto, la puerta se abrió y entró Alejandro.

—¿Qué haces aquí, Alejandro? —preguntó Camila, preocupada— no podemos... alguien puede entrar.

—Me importa un carajo —respondió él, acercándose a ella— no puedo con esto, Camila,  no soporto ver...

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