Una oportunidad

El viejo médico me observaba en silencio desde su silla, con las manos entrelazadas sobre el escritorio. No era un hombre de muchos gestos, pero sus ojos decían más que mil palabras.

—¿Sabes por qué te llamé hoy? —preguntó, inclinándose ligeramente hacia adelante.

—Para revisar al bebé —respon...

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