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Casina estaba medio dormida cuando Mrovia regresó. Escuchó cómo dejaba la bandeja de comida a un lado con un ruido estruendoso. Pero se sorprendió cuando la mujer, aparentemente enojada al encontrarla en la cama, le arrancó furiosamente las cobijas y las tiró a un lado. Oyó el propio jadeo de sorpre...

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