¿Él sabe?

CAMILLA

MIÉRCOLES

La rareza no terminó.

Al llegar a su casa, me bajé de la motocicleta y me apresuré, caminando más rápido de lo habitual.

Cuando él no hizo ningún esfuerzo por alcanzarme, bajé la cabeza y cerré la puerta detrás de mí.

Corrí escaleras arriba, me encerré en mi habitación y r...

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