Capítulo 333

La oficina de la terapeuta tenía una energía calmante, llena de colores apagados y sillas suaves y mullidas que parecían diseñadas para absorber la tensión. Un difusor llenaba el aire con un leve aroma a lavanda, añadiendo al ambiente tranquilo.

A pesar de esto, mi lobo estaba inquieto dentro de mí...

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