Capítulo 428

No pude evitar reír mientras volvía tambaleándome al salón de banquetes, con mis amigos siguiéndome de cerca, todos sin aliento por nuestra improvisada pelea de bolas de nieve.

Los copos de nieve se aferraban a nuestra ropa, y mis mejillas se sentían rosadas por el frío. Aunque mi vestido se había ...

Inicia sesión y continúa leyendo