Capítulo 486

Olivia

—Ey, está bien. Estoy aquí.

Nathan me abanicaba la cara con una servilleta doblada. El aire fresco era un alivio, pero por décima vez ya, le ofrecí una sonrisa débil y negué con la cabeza.

—Estoy bien, de verdad —mentí—. Solo se me debilitaron un poco las piernas, eso es todo.

Y por décim...

Inicia sesión y continúa leyendo