106/ TENGO QUE CEDER

Después de pagar mi esposo la cuenta, nos marchamos del restaurante, subimos al coche dirigiéndonos hacia nuestra casa. Al llegar vimos que Lucia estaba en la sala de rodillas en el sofá llorando, Aaron se acercó a donde estaba ella, rodeando Lucia su cuello con sus brazos.

—- ¿Qué te pasa?¿Ha suce...

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