118/ FIRMANDO MI SENTENCIA

Sentada llevaba ya dos horas en el sofá del salón sin saber qué hacer, porque aunque llame a mi esposo varias veces, siempre saltaba el buzón de voz, cuando por fin después de varias horas que hacía que se había marchado con Lucia de casa, escuche abrirse la puerta de mi casa, enseguida me levanté d...

Inicia sesión y continúa leyendo