140 / EL DIVORCIO

Segui dando placer a la virilidad de mi esposo, hasta que estiró de la cadenita de mi cuello apartandome de él.

—- Abre la boca y saca la lengua —- me dijo.

—- Como diga mi señor.--- dije en voz baja.

Metió su mano en mi boca hasta mi garganta, haciendo que me dieran arcadas, pero soportando las...

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