Bajo el agua

—No hay precio por mi protección —le dijo Fenrir. Su voz era firme y fría. Exigente—. Pero hay reglas que obedecerás, o la perderás. ¿Entiendes?

—Sí —susurró ella, sin aliento. Como si estuviera hundiéndose de nuevo bajo el agua helada, el aire se escapaba de sus pulmones.

—No entrarás en los terr...

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