CAPÍTULO 95

Dios nos había bendecido con una noche espectacular, el cielo parecía encantado, las estrellas tomaban su lugar llenando el lienzo de destellos que dejaban ver la magia y el poder de la inmensidad del firmamento. Las olas del mar eran tranquilas, la marea había bajado, el agua estaba tibia y nos env...

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