66. Se acabó

La tensión en el ambiente es palpable, casi tangible. Veo cómo la vena en el cuello de Alaric late con rabia contenida, un latido que parece a punto de romper el silencio que él intenta mantener solo porque su prometida está presente. Pero sus ojos son otra historia, en ellos se dibuja una tormenta....

Inicia sesión y continúa leyendo