Capítulo 36 Descontrol

El trayecto a casa fue un infierno. Álvaro conducía a toda velocidad, sus manos aferradas con fuerza al volante, la mandíbula tensa, los nudillos blancos. En varias ocasiones pensé que chocaríamos. El aire dentro del auto estaba cargado de furia contenida y desesperación.

Cuando por fin llegamos, a...

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