Capítulo 39 Eres una tonta

Emilia Díaz

El aire en la estancia se sentía pesado, como si el pasado se hubiera materializado en forma de mi madre, de pie frente a mí, con su impecable atuendo y esa mirada que nunca terminaba de revelar sus verdaderas intenciones.

Me crucé de brazos y la miré con frialdad.

—Habla de una vez, ...

Inicia sesión y continúa leyendo