Capítulo 64 A la fuerza

Emilia Díaz

Escuchamos el sonido de un auto estacionándose frente a la mansión, justo bajo la ventana abierta. El rugido familiar del motor me atravesó como un rayo. Mi cuerpo reaccionó antes que mi mente: me puse de pie de golpe y me asomé con manos temblorosas.

—No… —susurré apenas, sintiendo qu...

Inicia sesión y continúa leyendo