Capítulo 75 Entrelazados por el destino

Emilia Díaz

Al fin.

Al fin era libre.

Tenía a mi hijo, al hombre que amaba y una vida entera por delante. Una vida por fin mía, sin cadenas, sin amenazas, sin miedo.

Apenas pusimos un pie en la mansión, eché a correr como si el corazón se me fuera a salir del pecho. Solo quería ver a mi hijito.

...

Inicia sesión y continúa leyendo