Capítulo 81 Una relación imposible

Catalina Ramos

El portazo de Esteban aún resonaba en los muros de la mansión como un eco amargo que se negaba a morir. Mis manos temblaban levemente, no de miedo… sino de tristeza. Esa clase de tristeza que no se grita ni se llora, pero se queda en el pecho, como una presión constante. Así era yo, ...

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