Capítulo 21. No me toques

El aire abandonó los pulmones de Mica, de repente todo desapareció y una vez más creyó estar en medio del bosque, a merced de Ron y sus hombres. Siendo el juguete de aquellos crueles lobos que disfrutaban de rasgarle el pelaje y la piel.

Un fuerte temblor sacudió el cuerpo de la omega y un gemid...

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