Capítulo 86.

Arisha se detuvo en la puerta con el pequeño bulto entre sus brazos, lo miró fijamente, pensando en lo mucho que se parecía a Atlas; tenía impregnado el olor del alfa, nadie podía negar que era su hijo.

Nadie jamás en esta o en otra vida podría negar a quién pertenecía el cachorro. Ella avanzó, ...

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